En silencio y sin que ningún medio chileno diera cuenta de ello, partió el pasado 31 de Enero el destacado crítico de cine Joaquín Olalla. Radicado por años en Suecia, sus últimos días los pasó en el hospital de Lund.
Olalla fue un pionero en la crítica de cine en Chile en los años sesenta, al instalar reflexiones bastante mas elaboradas que las oficiales emanadas desde revistas como Ecran, influenciandose por los nuevos movimientos de vanguardia europeos. Fue un activo participante de Cine Experimental y del Cine Club de la Universidad de Chile. También fue parte del equipo realizador del documental «A Valparaíso» que filmase el holandés Joris Ivens en Chile a partir de 1962, hoy considerada una mítica película nacional. En ese film, Olalla fue asistente de Ivens y continuista. Aquella participación cercana posibilitó que las investigadoras Tiziana Panizza y Judith Silva, con la asesoría del documentalista Pedro Chaskel, recogieran sus impresiones que pasaron a formar parte fundamental de la investigación «Joris Ivens en Chile: el documental entre la poesía y la crítica».
Sin embargo, su campo fue la crítica de cine, que desarrolló en diversos medios nacionales e internacionales, como PEC o Tiempos de Cine de Argentina: «Influido por la revista Cahiers du Cinema, Olalla fue el primer crítico nacional en considerar al director como el eje central del filme. La revalorización de Hitchcock, Ford y Lewis, entre otros, se debe en buena medida a su trabajo riguroso, pero lamentablemente breve» señala Álvaro Matus en el texto «El Día del Juicio», publicado en la Revista de Comunicación y Letras de la Universidad Diego Portales, acaso uno de los pocos textos que ponen en valor la actividad de Olalla en el cine local. Esa rigurosidad lo llevó a ser convocado como jurado al Primer Festival de Cine de Viña del Mar en 1961, dirigido entonces por al cineasta y cineclubero Aldo Francia.
Una pérdida que lamentamos desde este modesto espacio virtual, sumándonos a las condolencias a su familia.