Por: Editor / 27 de agosto, 2012
Este miércoles 29 de agosto a las 19 horas, en el cierre del Ciclo de Cine Árabe y de Medio Oriente, el primer Cine Club fundado en Chile en 1954, recordará a uno de los precursores de este movimiento: el doctor Aldo Francia, un día antes de la conmemoración de su natalicio, el que la Red de Cineclubes de Chile ha instaurado en su honor como el Día del Cineclubismo Chileno.
En la ocasión, se proyectará de manera exclusiva la cinta Líbano(2009, 90 min) de Shmulik Maoz, ganadora del León de Oro del Festival de Venecia y nunca antes exhibida en nuestro país. El film narra la incursión de un tanque israelí en territorio libanés, en el marco de la guerra de 1982 entre ambos países.
Para situar al público en el contexto histórico y político de los sucesos representados en la película Líbano, estarán presentes académicos del Centro de Estudios Árabes de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile. Al finalizar la función, se ofrecerá vino de honor a los presentes.
El concurrido Ciclo de Cine Árabe y de Medio Oriente ha develado la importancia de la circulación de material audiovisual relativo a esa zona geográfica, marcada por los sesgos ideológicos occidentales hacia el Islam y los conflictos políticos de la región. Asimismo, ha visibilizado problemáticas prácticamente desconocidas en nuestro país, como las duras condiciones del pueblo saharaui en el Sahara occidental, permanentemente asediado por los marroquíes y cuya constitución como República independiente aún no ha sido reconocida por la mayoría de los países del mundo.
La participación activa del público es el fundamento del movimiento cineclubista, quienes el año pasado se han articulado en la Red de Cineclubes de Chile, con el objetivo de sumar fuerzas para constituirse como una cadena de distribución audiovisual alternativa a las grandes empresas comerciales, cuya finalidad es precisamente combatir la alienación de los espectadores como consumidores y reivindicar el rol de los públicos en todas las actividades culturales.
En Chile, el movimiento cineclubista surge en los años 50 y 60, de la mano de jóvenes cineastas, que luego darían forma al Nuevo Cine Chileno, como Pedro Chaskel, Sergio Bravo y Aldo Francia. Este último, médico pediatra de profesión, fundó el Cine Club de Viña del Mar en 1962 y dirigió los destacados largometrajes Valparaíso mi amor (1969) y Ya no basta con rezar (1972). Como una forma de reconocer su importante labor social y cinematográfica, desde 2011 la Red de Cineclubes ha conmemorado su natalicio declarando el 30 de agosto el Día del Cineclubismo Chileno.