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El cine como herramienta educativa

Por: Diego González + Juan Ignacio Vilches + Juan Pablo Araya + Paz Parada / 25 de noviembre, 2019

Introducción: ¿Es el cine una herramienta educativa?

Para comenzar, es necesario comprender que la educación es un proceso que escapa de las aulas de clases, y que según el diccionario Léxico comprende toda “formación destinada a desarrollar la capacidad intelectual, moral y afectiva de las personas de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de la sociedad a la que pertenece”1. En base a eso, podemos entender que la educación es una herramienta que no solo apela al desarrollo intelectual, sino que también tiene un componente moral y afectivo acerca de la cultura perteneciente; es decir, la educación difícilmente puede ser transmitida desde una manera objetiva.

En base a lo anterior, y entendiendo que la educación como un proceso formativo más amplio, se puede esbozar la siguiente pregunta: ¿Es el cine una herramienta educativa? Eric Hobsbawm da indicios al respecto al señalar que:

“La imagen en movimiento, es una de las estrategias interdisciplinares por excelencia, vía para lograr la transversalidad, y al mismo tiempo base y fundamento de análisis y estudio de cualquiera de las áreas de un programa de trabajo. El cine es una fuente riquísima de información y de cultura, que permite entrar realmente en el estudio de nuestra sociedad y en el de otras realidades culturales cercanas o lejanas”. 2

En consiguiente, consideramos que el cine perfectamente puede ser una herramienta educativa, ya que tal como señala Amar Rodríguez, este “es un transmisor de ideología, de actitudes, normas y valores, a través de un consumo masivo”3. En base a lo anterior, el cine es más que la proyección de una imagen en movimiento con una narrativa, sino que representa un punto de vista del director con un mensaje claro y concreto. Es decir, que tanto la formación educativa como tal, y el cine como medio de difusión, son subjetivas acerca del mensaje que se quiere entregar, y por ende, tienen un componente de persuasión.

El cine ruso y su herramienta educativa

El cine de Rusia previo a la revolución de 1917 incluye en su mayoría adaptaciones de clásicos rusos de teatro, cintas de acción bélicas y melodramas con detectives. Sin embargo, este cine carece de un mensaje homogéneo que haga un impacto en la sociedad para entregar un contenido con fines políticos educativos. 4

El afán por educar a través del cine, nace en la Unión Soviética cuando triunfa la revolución comunista y Lenin toma el poder, ya que, en sus propias palabras: “De todas las artes, el cine es para nosotros la más importante”. Esto se vio reflejado cuando en medio de la guerra civil, librada en 1920, una veintena de trenes y barcos de agitación partían a recorrer distintas zonas del país en busca de llamar a la acción a la ciudadanía.

Enrique Puelcio Marino señala al respecto que:

“Una de las características que mejor define a la cinematografía soviética, es su fuerza teórica y formulación ideológica, bajo la cual expande, siempre estuvo en la base de sus supuestos estéticos y formales. Aunque buscó fines políticos particulares, partió de la necesidad de dar consistencia a expresiones revolucionarias universales”. 5

Entonces, cabe preguntarse ¿Cómo el cine llegó a ser una herramienta educativa tan importante en la Unión Soviética? La pregunta tiene un doble trasfondo, ya que, por un lado, se puede esbozar una respuesta sobre la necesidad de la revolución por sumar adeptos y llamar a la gente a la acción pero, por otra parte, es necesario estar consciente de que en Rusia el analfabetismo era cercano al 80%, lo que generaba que la difusión de información, sea cual fuese el fin, fuese nula, debido a que el lazo comunicativo sería inexistente por el no entendimiento del lenguaje por parte del receptor. Nuestra respuesta se tomará de este último elemento, ya que consideramos que el receptor no necesita saber de gramática cinematográfica para comprender el mensaje de una película. Por esto mismo el cine era tan importante para la revolución y para Lenin sobre todo, ya que este tiene el carácter de comunicar sin la necesidad de usar palabras y, por lo mismo, se convirtió en un medio con gran capacidad para captar la atención de las masas, fundamental para la revolución. En consecuencia, el estado toma un rol protagónico en la producción cinematográfica, uno de los hitos más relevantes es la nacionalización de la industria y la fundación de la primera escuela de cine en el mundo.

Uno de los cineastas rusos más relevantes de esta época era Dziga Vertov, considerado el padre del cine documental, quien desarrolló en profundidad lo hablado en el párrafo anterior con su manifiesto de los Kinoks en 1919, ya que el comienzo de su producción cinematográfica se dio también junto con el inicio de la revolución bolchevique. La teoría se llamaba Cine-Ojo o Kino Glaz, que buscaba la objetividad en la captura de imágenes mediante la cámara sin preparación previa, sin decorados, puesta en escena, ni actores profesionales. Dziga en el manifiesto ‘’Nosotros’’, explica qué buscan, reniegan y cuáles son los propósitos de los denominados kinoks. Entre estos está el hecho de estar en desacuerdo con todo lo que sean películas ‘’teatralizadas y noveladas’’, el rechazo al guión (ya que creían que era una creación que retrataba la vida de las clases más bajas por un hombre de letras), y a las fábulas burguesas.

Una de sus propuestas, que tiene directa relación con el cine como herramienta educativa, consiste en usar el film para enseñar a obreros a usar maquinarias, lo que actualmente llamaríamos un tutorial, con la diferencia que, en este caso, lo fundamental era que el trabajador o trabajadora se pudiera relacionar con las máquinas y su tecnología de la manera adecuada para que su trabajo fuese productivo. De esta forma, se logra usar el cine como un método de enseñanza con un alto nivel de difusión y accesibilidad, pero careciendo de expresión artística, que de todas formas no era una preocupación, ya que, para los Kinoks era más válido acercar el cine al pueblo y a la utilidad que pueda tener este en su cotidianidad que a narraciones cinematográficas.

En la vereda contraria se encontraba Sergei Eisenstein, cineasta que construía sus historias desde el drama con la intención de penetrar a través de las emociones en el espectador y así aumentar el significado de las películas. Sobre esto, en uno de sus tantos desarrollos teóricos dice: “Lo importante en el cine, dice vehementemente Eisenstein, en contra de Vertov, no son los hechos, sino la combinación de los hechos, los cuales deben ser expuestos de tal manera que puedan crear aquellas reacciones emotivas en el público para provocar en él una cadena de “reflejos condicionados”, con los cuales el espectador debe ser construido.” 6

Creemos que en esta búsqueda de Eisenstein por persuadir al espectador, hay una profunda intención por educar, ya que, la educación busca a través de lo sensorial y lo cognitivo que la información transmitida pueda ser almacenada, procesada y así, a través de esto proceso, se genere un aprendizaje en las personas para que puedan accionar según lo expuesto en el material educativo, en este caso, el cine. Para este motivo, Eisenstein se valió de varios recursos cinematográficos, el más relevante de ellos fue sin duda el montaje, elemento sobre el cual enfocó de mayor manera su desarrollo teórico.

Esta propuesta de montaje se verá reflejada en Octubre, película que narra la revolución de Octubre, 1917 comandada por Lenin y que se le encargó por el décimo aniversario de esta. En este trabajo del director, se hacen evidentes las diferencias con Vertov, ya que Eisenstein trabajó con la realidad de los hechos, de hecho, trató de que la historia fuese lo más fiel posible a lo que pasó en la revolución, para este motivo contrató a personas que estuvieron presentes en tal hecho histórico, pero de todas formas trabajó en base a la representación y no al registro, lo que para Vertov no sería la realidad como tal. Pero esta lógica de la representación es funcional para Eisenstein en dos aspectos, primero, en lo cinematográfico, ya que le permite crear a través de la puesta en escena con lo que tiene escrito en su guión y así posteriormente trabajar con el montaje, segundo, en lo educativo, porque le permite representar hechos históricos que sirven para ir nutriendo la memoria colectiva de un pueblo que está viviendo un proceso histórico reciente y generar una identificación con el proceso de una cultura revolucionaria en creación.

Una de las formas en que Eisenstein trabajó esta identificación del espectador para potenciar el proceso educativo, fue el uso del personaje colectivo en sus películas, por ejemplo, en la película que estamos analizando, al ser un film que narra la revolución, lo común para el cine de esa época sería que el héroe fuese Lenin, por haber ideado y dirigido el proceso, pero en el film, el verdadero protagonista son las masas que decidieron levantarse y presionar el gobierno para que deje el poder y así sean los bolcheviques quienes dirijan el país. Estos hechos son reforzados por las teorías sobre el montaje anteriormente explicadas y que en esta película son puesto en práctica. Lo que busca Eisenstein al desincronizar las imágenes en la misma unidad de acción, es narrar por medio de la sucesión de imágenes que no tiene relación aparente pero al yuxtaponerlas generan un significado.

Esta conclusión ya ha sido expuesta anteriormente, pero la diferencia es que, en este caso, se lleva al espectador a percibir más de lo que ve no solo por la forma de montar, sino que el llamado montaje intelectual se entrelaza con la importancia cultural, social y política de la historia que se está narrando y se genera una experiencia que logra que a través de la emoción y el aprendizaje el espectador internalice los acontecimientos que han forjado el país en el que vive y sea una motivación para que como persona forme parte del proceso colectivo e individual de sacar adelante el proyecto de sociedad propuesto: el comunismo.

Bibliografía

Léxico; Diccionario; https://www.lexico.com/es/definicion/educacion

Hobsbawm, Eric; Extracto entrevista El País; Barcelona: 2002

Amar Rodríguez, Victor; Conversar y disfrutar el cine. La gran pantalla como recurso Colombia. 2003

Fyodorov, Alexander. Cine Rusia. Blogspot. http://cinerusia.blogspot.com/2015/07/cine-ruso-breve-historia.html

Pulecio Marino, Enrique. El cine: análisis y estética. 2008.

Léxico . (s.f.). Léxico . Obtenido de https://www.lexico.com/es/definicion/educacion

Hobsbawm, E. (2002). Extracto entrevista en El País. Visiones Alternativas. (E. País, Entrevistador) Barcelona.

Amar Rodriguez, V. (2003). Comprender y disfrutar el cine. La gran pantalla como recurso educativo. (G. Comunicar, Ed.) Huelva.

Fyodorov, A. (2015). Cine Rusia. Obtenido de Blogspot:

http://cinerusia.blogspot.com/2015/07/cine-ruso-breve-historia.html

Pulecio Marino, E. (2008). El cine: Análisis y Estética. Colombia: Ministerio de cultura, república de Colombia .

Eisenstein, S.(1928). Octubre.

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