Por: Isidora Torrealba / 28 de Octubre, 2016
Les sauteurs (those who jump)
País: Dinamarca
Dirección: Moritz Siebert, Estephan Wagner, Abou Bakar Sidibé
El alemán Moritz Siebert y el danés Estephan Wagner se encontraban viajando cerca de España cuando se dan cuenta de una enorme reja que separa la frontera entre Melilla y Marruecos, perteneciente al continente africano. Se acercan para ver el otro lado y se dan cuenta de que existe un mundo completamente distinto, en donde reside Abou Bakar Sidibé, un joven de Mali que vivió en la montaña Gurugú, y que se termina convirtiendo en director de cine para dar testimonio de la vida de aquellos que saltan al otro lado de la frontera.
Les sateurs es un documental que está filmado casi en su totalidad por Abou, quien no entiende mucho el funcionamiento de una cámara por lo que entramos poco a poco en una experimentalidad cinemtagráfica que se va adaptando a un lenguaje propio y único para registrar a la comuniad del monte gurugú. Es en éste monte donde viven más de 1000 personas que se acoplan en diferentes comunidades con un sueño colectivo: cruzar la reja para llegar a Melilla, en España y probar suerte en Europa tener un mejor pasar. Dentro de cada comunidad existe una vida de tareas cotidianas y reglas que se deben cumplir para así asegurar que cada compañero logre pasar al otro lado.
La vida transcurre entre la miseria y esperanza, en donde el apoyo entre las personas es crucial para poder sostenerse de pie entre la tierra seca y el hambre. Los días pasan entre conversaciónes sobre el futuro, improvisaciones de rap, partidos de fútbol, bailes y cantos para reponer energías en la constante espera y el tedio. Siempre se mantiene la esperanza de cruzar la línea sin salir herido.
Por las noches el bosque se convierte en su aliado. Abou nos relata en una serena voz en off que la emoción aumenta con cada nuevo intento de cruzar los tres niveles que se levantan hacia el cielo, atravesando púas y alambres que pueden terminar de manera fatal con su vida. La meta es cruzar y no ser detenidos por la policía española, una vez que pisen el terreno pueden reclamar asilo y así zafar del maltrato policial, pero muy pocos lo logran.
El concepto de “vigilancia” se trabaja a través del montaje que proponen los directores, contraponiendo imágenes de una cámara de seguridad de alta tecnología que detecta a los cuerpos por el calor. Desde este punto de vista se nos presenta la violencia con que son vistos los inmigrantes, ya que los captura como una horda de salvajes que quieren atacar y saquear el pueblo vecino, pero luego con la cámara de Abou, entendemos que existe una calidez tan humana dentro de su organización que conmueve profundamente al espectador que poco y nada conoce sobre las condiciones con las que viven a diario.
Un documental que deja el corazón apretado y la respiración profunda a quien sea que lo vea, ya que escudriña en lo más profundo de la empatía humana a través de la fuerza de sus imágenes, sobre todo por la inocencia fílmica que posee el registro del mismo protagonista, ofreciendo una visita al interior de una realidad completamente alejada y desconocida, cuestionándonos el concepto de identidad, libertad y pertenencia desde las imágenes.
Isidora Torrealba