Por: Camila Pruzzo Moyano / 04 de Noviembre, 2015
Mover un río
Alba Herrera
México, 2015
Sección: Primeras Naciones
“Los antepasados siempre nos dijeron eso(…), que los blancos o los que tienen dinero, iban a tratar de robar el agua.”
Un viaje audiovisual por las tierras de Sonora, uno de los 32 estados que componen México, se transforma en una señal para los habitantes de todo Latinoamérica; los gobiernos y la economía están destruyendo nuestro ecosistema. La tribu Yaqui asentada originalmente en el río del mismo nombre, ha sufrido al igual que muchos de los pueblos originarios del continente el maltrato, la persecución e incluso el exilio por parte de las potencias colonizadoras europeas y posteriormente, por los gobiernos internos, en éste caso el gobierno mexicano. Tras siglos de lucha y peregrinación a los territorios de Sonora de los que fueron expulsados, los Yaqui han podido establecerse en pequeñas comunidades para preservar su cultura y sobrevivir a las condiciones que la modernidad les ha impuesto a sus paisajes y su desarrollo. El río Yaqui en gran parte se encuentra seco, ausente, y eso se refleja no sólo en el déficit de producción en la agricultura y la alimentación del ganado que maneja la tribu, sino en sus condiciones de vida. En algunos sectores es aún más dramático; lo único que llega a esos suelos, son los residuos contaminados del agua utilizada por las industrias en Sonora y su capital Hermosillo.
“Estamos atados de las manos, porque con ésta agua, no se puede hacer nada. (…) ¿Y por qué el gobernador quiere llevarse agua a Hermosillo, haciendo un acueducto, si no hay suficiente agua?”
El documental de Alba Herrera “Mover un río” es quizás una de las obras más potentes de la Selección de Primeras Naciones que se exhibieron en el Festival Internacional de Cine de Valdivia éste 2015. El documental trabaja desde la tribu como si el equipo audiovisual fuese uno más de la comunidad, de forma sencilla, reflejando el carácter del movimiento Yaqui y sus manifestaciones. Pero además, carga con un discurso político sobre los pueblos originarios y la ecología, el daño actual de la tierra y la ausencia del agua, registro de un pueblo que se niega a desaparecer y lucha no sólo por su reivindicación, sino por el estado deplorable de los territorios en los que habita. Un documental que se transforma en documento de una lucha que no debe extinguirse, sino contagiarse a otros, entusiasmar a México y a Latinoamérica.
El lenguaje cinematográfico a través de su naturalidad, representa la lucha de un pueblo pacífico opacado por la precariedad del desierto, la cotidianeidad sumida en lejanía, el abandono del gobierno en sus labores de protección. El gobierno regional de Sonora se encarga de visibilizar el conflicto poniendo en contra a la comunidad de aquellos que quieran evitar el acueducto, criminalizando las acciones de los Yaqui a través de los medios de comunicación.
“Mover un río” declara una intensión de movimiento, de fuerza, de necesidad. Más aún cuando dos de sus dirigentes fueron injustamente acusados, víctimas del montaje político y detenidos por el gobierno mexicano, como reza el texto con el que concluye el documental. No es sólo el viaje audiovisual de quien mira por primera vez hacia las entrañas de su propio país, no es una postal del desierto de Sonora. Es el rescate de una lucha que no debe acabar sin el beneficio de los olvidados, de los desprotegidos