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Grandes Documentales; Pocas Audiencias.

Por: Diego Pino / 05 de enero, 2013

El 2012 fue un año lleno de películas y encuentros muy exitosos,  tuvimos presencia en gran parte del circuito mundial de festivales y mercados, y estrenamos una cantidad importante de películas. Conocido es el éxito de películas de imitadores, y del popular y rimbombante NO. Pero a diferencia de otros, nosotros si mencionaremos al cine documental.

En los últimos años las películas documentales se han tomado gran parte de la producción audiovisual nacional, mas no de la exhibición. Sin embargo todos los años comienzan con películas documentales que vienen abriendo camino a las que van surgiendo como flores. Este año comenzó con películas como Hija (María Paz González) que venia de ganar el FIDOCS del 2011, y que se posicionó en muchos festivales en el extranjero y en Chile, desde Pinta Cannes hasta Festival Internacional de cine de Cartagena de Indias, llegando a su estreno en salas el año 2012, con una regular aceptación del público, pero con gran reconocimiento de la crítica. Y es que claro, una película sencilla y personal, le cuesta insertarse bajo las lógicas comerciales de la exhibición, incluso estrenándose en la ya fallecida Sala BF Huérfanos que vino a demostrar la estrategia del Estado para entregar cine a la ciudadanía, marcando un punto negro para el cine chileno en el año que dejamos atrás.

La cola del 2011 trajo consigo también películas como La Mudanza (Tatiana Lorca) que  desde el Parque hasta Irán hizo ruido; IntiMatta (Ramuntcho Matta) una película poco conocida, pero aceptadísima por su forma y por su personaje; Mismo efecto sufriría Balmes, el exilio de la pintura (Pablo Trujillo) que tuvo una llegada al publico interesante, transformándose en al película mas vista en la Cineteca Nacional del Centro Cultural Palacio La Moneda del año 2012, que siendo parte de su misión, no ha interrumpido su programación documental. Desde ese tiempo también viene Palestina al Sur (Ana María Hurtado) que con una sencillez es capaz de mostrarnos el pueblo palestino arraigado en nuestro país, y El Salvavidas (Maite Alberdi) que con lucidez es capaz de “crear” desde la realidad una historia cómica, intima y cotidiana.

Estas películas vienen a demostrar el largo recorrido que tiene que atravesar un documental, tratando de estar vigente la mayor cantidad de tiempo posible, siendo el 2012 su año de vida más madura. Otras películas que alcanzaron a participar del año del fin del mundo fueron: A Mano Limpia (Rodrigo Contreras), Hardcore, La revolución Inconclusa (Susana Díaz),  Memorias del Viento (Katherina Harder), Población Obrera (Rodrigo Fernández) entre otras.

Sin embargo el año que ya se nos fue trajo consigo el surgimiento de otras películas que desde diferentes temáticas armaron un abanico interesante de posibilidades para la audiencia. Vimos el nacimiento de Donde Vuelan los Cóndores (Carlos Klein)  película surgida de otra producción, también parte chilena, dirigida por el ruso Víctor Kossakovsy, Vivan las Antípodas,  que se arriesgó a documentar las grabaciones de una película documental, centrándose en el director, estableciendo una gran exposición del arte mismo de hacer cine. Esta película recorrió varios festivales, y aunque algunos hubiesen querido que ganara en FIDOCS, se llevó el premio a mejor película Nacional en FICVALDIVIA. Este mismo Festival, donde además se realizó a la par la 3º Convención de Cine Clubes de Chile, preocupados siempre de programar cine documental chileno, se estrenó también la ultima película co-dirigida por Paola Castillo y Tiziana Panizza, 74 Metros Cuadrados, muy diferente a lo que ya venían haciendo ambas directoras, con un enfoque en la problemática de la vivienda social y finalmente en la mujer. Esta película tuvo estreno en la Televisión Norteamericana (PBS), sumando más puntos al cine local. Finalmente también Valdivia fue el escenario escogido por el ya consagrado cineasta chileno Ignacio Agüero para estrenar su último film, El Otro Día. Un documental reflexivo e íntimo sobre los espacios, la gente y las coincidencias, que establece un dispositivo muy interesante, y que deberá ser juzgado finalmente por el público, que creo puede no ser su nicho mas potente. Hasta el momento la última pieza de Agüero ha tenido poco recorrido, aunque se encargó de abrir el Festival de Cortometrajes de Talca, uno de los pocos festivales de cortos que aun nos va quedando al público.

Por otro lado, el Festival centrado en la producción documental, FIDOCS, estrenó en el país la película Sibila (Teresa Arredondo), una personal historia que se entromete en temas sensibles familiares y en historias no contadas, pero también inevitablemente en la herida que dejó la dictadura. Ésta película fue hace poco estrenada en Bruselas y en el Festival de cine de La Habana, en ambos llevándose premios. Siguiendo en el certamen nacional, fuimos testigo del surgimiento de dos directoras jóvenes, que con su película Las Mujeres del Pasajero (Patricia Correa y Valentina Mc-Pherson) nos relata la visión e historias de amor y sexo por parte de las trabajadoras del motel Marin 014, entregando una nueva mirada del espacio y la ocupación,  valorada por el espectador, llevándose el premio del público, y calando hondo en el extranjero, siendo seleccionada en la competencia de mediometraje oficial en IDFA (International Documentary Film Festival Amsterdam), si no el festival de documentales mas importante del mundo.

A su vez SANFIC se encargó de entregarnos una de las películas documentales más importantes del año, que además de ganar la propia competencia del certamen, ganó el 3º premio en la competencia oficial del Festival Internacional de cine de La Habana. Cuentos Sobre el Futuro (Pachi Bustos) vino a demostrar la madurez de su directora, entregando una visión sincera y sencilla, de las oportunidades, los sueños y la pobreza, transformándose en una película cercana con el espectador que irradia una narrativa delicada y cuidada, mostrándonos un mundo cruel y real.

Otra película que alcanzó a ver la luz al final del año y que prepara seguramente un gran recorrido por su calidad cinematográfica y narrativa del film es La Ultima de Estación (Catalina Vergara y Cristian Soto) estrenada en Valdivia y seleccionada en la competencia oficial de Dok Leipzig y en Panorama de IDFA, esta película se arriesga a tocar el tema de la vejez desde un asilo de ancianos, mostrando el paso del tiempo y la presencia de la muerte en sus personajes y en su entorno.

Como dijimos al principio, el variopinto de temas que están tratando los documentales hace  fuerte al arte cinematográfico, y hace fuerte a al espectador, porque son capaces de relevar temas que afectan tanto íntimamente como socialmente a las audiencias atacando desde distintas trincheras. Películas que también vieron la luz el año 2012 fueron: Pena de muerte (Tevo Díaz), Dungun, la Lengua (Pamela Pequeño), Leontina (Boris Peters), La última carta (Tiziana Panizza), Marker 72’ (Miguel Ángel Vidaurre) El Huaso (Camilo Guillermo Proto), Un Siglo por Chile (Coti Donoso) entre otras. Desde una carta visual hasta la historia del partido comunista, todas estas películas han tocado una fibra sensible del ser humano y de la sociedad en la que vivimos.

Sin embargo, aún esperamos películas sobre el movimiento estudiantil, sobre el problema en la Araucanía, sobre la discapacidad. Y aunque es posible que existan, necesitamos verlas, necesitamos que salgan hacia el público. El éxito del cine chileno en los últimos años se mide por su participación en festivales, su retorno en premios, en criticas, en mercados, pero no lo hacemos en base a la asistencia del público, no lo hacemos porque sabemos que ahí no somos “exitosos”, pero la verdad es que el éxito del cine chileno debe ser medido en gran parte por esto, porque son las audiencias las que están perdiendo, y nosotros también somos las audiencias y a ellos queremos llegar. Entonces sabemos que el problema está en el último punto de la cadena productiva: la exhibición. Aquí es donde tenemos también que llamar al estado y a todos a hacernos cargo: Necesitamos que más gente vea cine.

Esperamos prontamente documentales que ya han hecho noticias en su producción, que seguramente también vendrán a hacer del cine documental chileno, un sector ampliamente productivo y poderoso en el audiovisual nacional. Pienso en  El Vals de los inútiles (Edison Cajas), La Once (Maite Alberdi), El Gran Circo Pobre de Timoteo (Lorena Giachino), El Soltero de la Familia (Daniel Osorio), entre otros.

A las películas del año que terminó aun les queda un gran 2013, y esperamos los estrenos comerciales para todo el público. En el corto plazo se estrena comercialmente El Salvavidas, Esperamos “Documentales en el Parque”, la iniciativa de “el Documental del Mes”,  El Festival de Cine de Iquique, el novato Festival de Cine del Bio Bio que vine a sumar a la gran Concepción al circuito de festivales nacionales. Y también los resultados de los Fondos Concursables, SURDOCS en Puerto Varas, las postulaciones a CNTV, etc…  Esperamos movimiento en el cine chileno traído desde el documental, ya que el 2012 fue un año provechoso, con muchas instancias que ayudan a la difusión, y que están funcionando como los festivales nuevos y viejos, las misiones a mercados internacionales, el 1º encuentro ChileDoc Conecta, las redes internacionales, la zona de realizadores de TVN y el nuevo espacio de documentales de La Red (cortesía del CNTV). Todo esto hace que cerrase de manera positiva un productivo año para el documental, que siempre espera y da mas de lo predicho, y que a pesar de no estar pre nominado para el OSCAR, camina a la vanguardia de la cinematografía nacional, pero a paso lento para las audiencias.

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