Categorías
Artículos Crítica Especial: FICValdivia 2012

Miguel, San Miguel: Una historia Más

Por: Diego Pino / 03 de octubre, 2012


Debo decir que entré al Aula Magna de la Universidad Austral en Valdivia con un mal prejuicio sobre la «Película de Los Prisioneros», pues tenia la sensación de que hacer una película sobre una banda tan conocida, podría terminar en una muy pretenciosa cinta. Finalmente salí de la proyección con una opinión totalmente contraria, esta era sólo otra historia más.

El cine son historias. Conocido es el dicho de que todas las historias fueron contadas hace mas de 2000 años, y realmente lo único que podemos hacer es manejar de mejor forma la información que tenemos y encontrar la mejor forma de contarlas; y aunque esto sea cierto o no, lo principal está en poder hacer atractivo lo que queremos contar de manera interesante (no quiero usar la palabra novedosa).

Miguel, San Miguel, tiene un problema (para mi): se me presenta como una historia más, ni tan interesante ni tan entretenida, finalmente no fue la historia de esta importante banda, como era vendida, si no que se presenta a un grupo de jóvenes ochenteros, a veces demasiado mitificado, que querían tener una banda de rock, como muchos de nosotros, y que afortunadamente ellos pudieron formar para placer de todos, pero que se basaba en conflictos personales de Miguel Tapia, que si bien puede ser interesante, lo siento, pero no fue lo que yo iba a ver (mal informado quizás). El tema es que vimos historia de amor, sexo, conflicto social muchas veces forzadas, para ir construyendo una historia que no aporta muchos mas datos sobre lo que ya conocemos. Me faltó verlos más contestatarios y por supuesto escucharlos más (lamento enterarme que es por un tema de derechos)…. Me faltó.

Y aunque agradezco esa puesta en escena que establece una simplicidad, tanto el blanco y negro y la cantidad de buena música que escuchamos, no logra jamás insertarme en un relato que implica una carga histórica importante, y que termina haciendo predecible cada minuto que va ocurriendo, quizás por lo difuso de las conexiones entre escenas, pero eso ya es entrometerse en algo mas especifico propio de la construcción de una película, en el que no quiero entrometerme. Por ahora me quedo con la sensación de momentos que hacen difuso un relato con un objetivo que a veces me parecía poco claro. Si bien tiene diálogos muy entretenidos y con personalidad, nunca pude verlos a ellos, es decir, podría haber sido cualquier grupo de amigos.

Supongo que a muchos, al contrario mio, les gustó o creen que es una mejor forma de contarlo, puede ser, la verdad no lo sé, quizás sea mejor hacer un musical o una película netamente de música como escuché por ahí.Lo que sí se es que aún no llega «La película de los prisioneros».

Finalmente me quedo con un buen rato en el Festival de Cine de Valdivia, pero quizás, ¡quizas! hubiese sido mejor cumplir con mi prejuicio anterior y ver una película absolutamente pretenciosa.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *