Por: Vittorio Farfán / 14 de Mayo, 2015
Realizado Sebastián Moreno -director de la recordada “La Ciudad de los Fotógrafos”- y Claudia Barril -directora del infravalorado documental “En Defensa Propia”-, “Habeas Corpus” es un documental que relata la historia detrás de las personas que trabajaron activamente en la Vicaría de la Solidaridad durante la dictadura, instancia desarrollada por organismos de la iglesia que se dedicó a recopilar información sobre los detenidos desaparecidos y los crímenes de estado.
En “Habeas Corpus” resulta interesante la afinidad temática que se traza con el primer documental de Moreno, el cual muestra una transformación paulatina de los fotógrafos desde meros espectadores a protagonistas de su propio testimonio como capturadores y narradores de la historia. Si bien en un comienzo se buscaba crear un registro de lo que acontecía en cuanto trabajo por encargo o como denuncia, poco a poco se van transformando en actores que narran su propio testimonio, historizando su relato personal y convirtiéndolo en eje del documental En “Habeas Corpus”, cabe destacar una percepción de cierta evolución que ha tenido el autor: la recopilación y levantamiento de información, el diseño de su estructura de almacenamiento y su posterior concatenación, son recursos que este directir va resolviendo a partir de sutilezas. Siendo un documental de entrevistas y material de archivo, utiliza una gran variedad de elementos atractivos que mantienen un ritmo dinámico en el relato, el cual se relacionan de manera fluida con la historia de Chile, para darnos con ello una perspectiva sobre la información que deviene en testimonio.
Este trabajo documental retrata un hecho que generalmente se presenta con cierta distancia ante la sociedad: de alguna forma aquellos estantes oscuros resguardan en su silencio grandes dolores que han sido tapados por ese intento ciego y arribista de avanzar sin tomar el peso de las arenas del pasado. Es de esperar que trabajos sobre estas temáticas sean revisados y revisitados en la actualidad de manera sistemática, y no como una excepción. “Habeas Corpus” quizás trasciende del trabajo particular de la Vicaría y de los roles cumplidos por sus integrantes. Más bien trata de visualizar y hacer emerger los rostros detrás de números, de fechas y nombres, los cuales nos son desconocidos; rostros que son parte del dolor de familias detrás de los abusos e injusticias que comenzaron con la dictadura.
Generalmente a estas obras se les reprocha por abordar temas pasados. Sin embargo, resulta pertinente hacerse la pregunta: ¿se puede pretender hablar de la construcción de una patria sin mirar y considerar el dolor de esos ojos?